sábado, 20 de febrero de 2016

30+8


   Ha llegado el ocho. Tengo un ocho detrás del tres. Un 3 y un 8...o sea se 38. El reloj hace tic-tac, tic-tac. Me acerco irremediablemente a los 40. En un día como hoy, en el que me faltan 731 días para ser cuarentañera (que no cuarentona, me niego en rotundo), me temo que, también irremediablemente, todo cae...por su propio peso. Y no tiene solución, a no ser que haga un maratón de gimnasio o me contraten para la portada del wo-Men's Health como al Bertín Osborne, que en dos meses lo van a dejar más musculitos que a Supermán. 
   Todo cae, querid@s literaut@s. La cara, por ejemplo, y mis fabulosos pómulos. Por más que estiro la piel delante del espejito, el mío de mágico no tiene nada. Cuando la piel empieza a descolgarse...u optamos por quirófano y parecemos momias como la Lomana que no puede ni vocalizar, o nos resignamos y conformamos con la naturalidad de un perro pachón. Me molan los pachones, que queréis que os diga. 
Y las tetas... la ley de la gravedad también hace mella en ellas. Esos pechos turgentes de antaño han pasado a mejor vida. La lactancia, los embarazos y esa... manía... que tenemos algunas de rebotar de una 40 a una 46 y viceversa, como en un partido de Nadal-Federer, que no acaba nunca, hacen que: uno...lleve ya perdidas dos tallas de sostén, y dos...mis tetas están condenadas para siempre a no volver a mirar al frente.
    Todo cae, hasta esas cosas que dejamos en el tintero por los miedos, los propios y los de extraños. Al final las cosas caen por su propio peso. Si uno es un ladrón, al final la policía lo pillará robando; si uno es escritor, las musas lo pillarán escribiendo, más tarde o más temprano. Y estas cosas...sí que es mejor que caigan...no como las tetas. 
   Así que, si estoy en la cama, como ahora, y me sobrevuelan estas ideas por la cabeza... Si tengo que levantarme a coger lápiz y papel, porque el cosquilleo de pies no me deja dormir... si me pilla la inspiración y necesito contar, decir, hablar... ¿¿¿¿¿eso significa que soy un poco (o un mucho, que luego mi profe me riñe por no valorarme lo suficiente) escritora???? RECTIFICO.....Es una afirmación. Eso significa que soy escritora. A veces no me lo creo. A veces saboteamos nosotros mismos lo que queremos hacer o conseguir. Porque da más miedo conseguirlo, que fracasar en el intento. Porque incluso cuando todo sale como uno espera, la vida cambia, nuestro alrededor muta, se transforma, y eso asusta más que decepcionar a los demás y a uno mismo. Estamos más cómodos en nuestra zona de confort, calentita, cómoda y a veces llena de mierda. Porque es nuestra mierda, la que conocemos. 
Hago público mi propósito de salir de mi zona de confort en más ocasiones, de lanzarme al vacío, de no pensar tanto, de dejarme ir en el papel, de mostrar al mundo como soy para que me conozcáis y de paso conocerme yo, yo misma y mis 38.
El reloj hace tic-tac, tic-tac. Y el mío no es biológico (ese ya lo he pasado de tuerca). Es ahora cuando me toca dar cuerda de nuevo a ese reloj que ha estado parado durante años. Engrasar la maquinaria de los sueños, los propósitos... Puede que lo que escriba no se publique jamás. Puede que solo vosotr@s seáis mi fiel público, querid@s literaut@s (que ya es mucho). Pero voy a escribir. Para que todo caiga por su propio peso. Porque tengo 38, y soy...eso....escritora.

2 comentarios:

  1. Vargas Llosa dice que escritor no es quien vende libros, si no aquel que necesita poner por escrito hasta sus mas íntimos pensamientos.
    No lo dudes; eres escritora

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