miércoles, 5 de agosto de 2015

VERANEANDO...MEDITERRÁNEAMENTE.

Hola queridas literaut@s. En primer lugar, quería disculparme porque con tanto veraneo, reducción de jornada y vacaciones estivales de los niños, tanto ir de un lado a otro, de la playa a la montaña…os he dejado un pelín abandonadas, y como quiero creer en la frase “ellos nunca lo harían”, os pido mil perdones por mi dejadez. Y es que reconozco que he estado durante el mes de julio en modo off. Me he dejado invadir por la desidia, por ese letargo estival que acunado por las repetitivas olas de calor, te cubre desde los dedos de los pies hasta el último pelo de la cabeza y no tienes ganas de hacer nada más que tirarte a la bartola(con un buen libro siempre, eso sí) y no pegar palo al agua. Eso sumado a que no está la economía para añadir megas a mi tarifa de internet móvil, hace que cuando llego a casa al alcance del adsl, después de playa y piscina con mis hijos, lo que menos me apetece es escribir, porque no valgo ni cuatro perras. Los niños agotan y las vacaciones con ellos más.
De mi decisión de tomarme mi veraneo con otra perspectiva quería hablaros hoy, porque he decidido vivir mi verano mediterráneamente. ¿Qué es mediterráneamente? Es ese vocablo que se han inventado en Estrella Damm para vendernos lo bueno de la forma de vida a estas orillas del mediterráneo, además de su cerveza. Con los anuncios ya no te hace falta ni mirar el calendario porque sólo con poner la tele ya sabes si estás a las puertas de la navidad si anuncian Freixenet y muñecas chochonas, o si viene el veranito cuando te cuecen a propagandas de cervezas fresquitas. Y en todos los anuncios de cerveza todos los protagonistas son jóvenes modernos y guapiiiiiiiiisimoooos, chicas de 90-60-90, hípsters con una vestimenta descuidada pero muy cuidada en realidad, todos llenos de desenfado, alegría, todo baile y saltitos y carreras por doquier. ¡por favor…! Si es que yo firmo un contrato de por vida con la estrella esa… Que yo vacío el consum si hace falta….me llevo tres carros enteros de birras, si así consigo parecerme, o que mi vida se acerque, a la esos amigos perfectos de los anuncios. Y es que todos los anuncios de cerveza encima molan mogollón: al compás de una música pegadiza que se convertirá en hit del verano, todos ríen, corren, brindan con emoción entrechocando los botellines… Y siempre brindan con clase ¿eh? No como una panda en el bar Manolo viendo a la selección con los ojillos rojos, la baba saliendo a espuertas de la boca, el cigarro en la comisura, y lanzando un grito a lo Christiano Ronaldo….eso no.
Así que viéndome abducida por el anuncio de Estrella Damm, su mediterráneamente de los cojones y ese espíritu veraniego en el que no hay dramas, ni trabajo, ni responsabilidades y solo hay que disfrutar, he decidido que algo tendrá de bueno ver tu vida de esta forma…mediterráneamente quiero decir. Aunque mis medidas no se ajusten a los cánones, no tengo una tabla de surf, un macizo de barbita cuidada a mi vera, ni me voy a una cala ibicenca a tomar el sol con el quinto en la mano, he decidido que voy a ser suuuuuupeeeeer positiva y que desde este momento mi verano va a ser supermediterráneo, superemocionante y superpoético. Con las palabras se puede hacer de todo y todo se puede matizar. Sí, sí…tranquilas literautas que ahora me entenderéis…
Si me voy a la playa con mis dos demonietes de niños, un pelín hiperactivos diría yo con tantas vacaciones, sol y aburrimiento que ni las escuelas de verano ni los deberes con los abuelos pueden aplacar…pues no hay que pensar en la arena en un ojo, el chuscarre de soletazo, el traslado de los bártulos, toallas, sombrilla, hamacas, cubos, palas, frisbi, pelota, redes para los putos cangrejos… ¿sigo? Va a ser que no. ¡Nada de todo eso! Tú te vas con tu familia que adoras y amas porque lo son todo para ti, a disfrutar de la brisa marina, el solecito calentando tu piel y las risas de los niños mientras tu marido salta las olas con ellos. Tú te vas a la playa con una sonrisa de oreja a oreja, con la mano de tu maromo acariciando sinuosamente tu muslo mientras conducís hacia la playa tranquilamente (estáis atrapados en una cola de coches de órdago pero no hay que decirlo), para pillar un sitio privilegiado en la arena blanca (rodeada de sombrillas y con los pies escaldados hay que omitirlo). Y vas a disfrutar de un tentempié supermediterráneo, es decir la susodicha cervecita, que en cuanto pegas un trago, te lo digo yo, toda la experiencia playera es lo más. ¡La vie en rose! Paseas tu cuerpo serrano por la orilla con tu pamela y tu biquini monísimo, y ¿qué más da que tengas michelín, o que el sombrerito sea del Primark? Hay que levantar la cabeza, sacar pechuga, y todo nuestro glamour interior, que estamos disfrutando de uno de los placeres por los que media España paga todos los años: sol, playa y Mediterráneo a tope. Si hacen anuncios así, ¿porque no vamos a poder hacerlos realidad? Ahora, eso sí, que no se os vaya la pinza como a mí. Aseguraros bien de lo que hacéis para conseguir que vuestra jornada playera sea mediterráneamente de anuncio, porque cuando me vio mi marido con el quinto en la mano, una sonrisa profident en la boca, y corriendo a cámara lenta por la playa con el niño enganchado de mi mano a la fuerza mirándome con cara de quienesestaseñorayquehahechoconmimadre, tipo familia feliz, estuvo a punto de hacerme escupir el preciado líquido veraniego, darme un Valium, y denunciar a Estrella Damm a la oficina del consumidor.
Buenas noches literautas y...¡a vivir el veranito mediterráneamente!

PD: Eso no quiere decir que no me gusten ni sepa apreciar los anuncios de los publicistas de Estrella Damm. Los aprecio...muchísimo...sobretodo a los encargados de hacer el casting para este último. Mmmmm, Quim Gutiérrez tiene una carita de chiste cuando sonríe que me encanta, y que voy a decir del Francino...es mi perdición. Aquí os lo dejo...




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